viernes, 20 de julio de 2012

Vencer al dolor

Las asociaciones de enfermos son una gran ayuda para los periodistas en temas de salud. No sólo te ayudan a poner cara a las enfermedades, aportar la dimensión humana que tanto nos gusta presentar. Con frecuencia, sus actividades presentan suficiente interés para escribir una pieza, como fue este caso




Alumnos y monitor del curso. Foto: Sergio López

Durante su vida, el enfermo reumático se enfrenta a muchas barreras: dolor, aislamiento, dificultades para acceder a recursos asistenciales... Una sucesión de obstáculos que se puede vencer con el apoyo de las nuevas tecnologías, como lo ha demostrado el curso 'Gestión de la Salud desde el Hogar a través de las nuevas tecnologías' que la Liga Reumatológica Asturiana ha impartido en Avilés con el respaldo de la Fundación Vodafone España.
La entidad, además, sorprendió a la Liga Reumatológica asumiendo el coste total del proyecto. «Presentamos nuestra propuesta y nos respondieron financiando todo el coste. Se han portado muy bien», asegura Manuela García, presidenta de la entidad.
Un total de 24 personas, divididas en dos grupos iguales en horario de mañana y tarde para facilitar su asistencia, se apuntaron. Edgar Ibarra impartió las clases los lunes y miércoles desde el pasado mes de marzo. Cada una de las clases duraba dos horas. El próximo lunes terminará el curso.
La informática era una completa desconocida para la totalidad de los alumnos. «Al empezar no sabía nada, pero hoy en día ya me manejo», comenta María Luz Rodríguez, siendo respaldada por sus compañeros. «Hoy en día, sin estos conocimientos eres un analfabeto», apunta Josefina Pereiras.
Cada uno de los participantes contó con su propio ordenador, lo que representó una facilidad para el profesor. «La mayor complicación era que el nivel no era el mismo. Al tener cada uno su ordenador, todo resultó más cómodo y me pude acoplar a los conocimientos de cada uno», explica Edgar Ibarra.
Desde el primer momento, los alumnos se mostraron dispuestos a aprovechar al máximo las posibilidades del curso. Incluso hubo quien, sin tener ninguna experiencia en el mundo informático, en la segunda clase decidió comprarse un ordenador.
La mayor parte de ellos ya disponen de equipos informáticos y conexión a Internet en sus domicilios. «Hasta ahora apenas los usábamos. Ahora vamos a sacarles más partido», asegura Luis Usobiaga.
Lo cierto es que todos los alumnos destacan el resultado de estos días. «Son muy útiles para gestionar trámites con los centros de salud», señala Violeta García con la aprobación unánime de los compañeros de la sesión matinal.
Pero también citan otras ventajas. Desde mantener contacto con los demás integrantes de la Liga Reumatológica a través del correo electrónico a la información que facilita internet, indican Eladia Agromartín y Gloria Villar.
«Somos enfermos crónicos y las nuevas tecnologías nos ofrecen una mayor agilidad e independencia para hacer trámites. No sólo en los centros de salud, también ante las administraciones públicas o con un banco. Son muchas ventajas para personas que, con frecuencia, no podemos salir de casa cuando pasamos uno de los brotes de la enfermedad», resume Manuel García, que no oculta su alegría por contribuir a vencer a la enfermedad reumática. En esta ocasión, a golpe de ratón.





Artículo publicado en La Voz de Avilés el 14 de junio de 2012

jueves, 19 de julio de 2012

La batalla del tabaco


No cabe duda de los efectos perniciosos del tabaco y la necesidad de limitar su consumo. Erradicarlo, habida cuenta de la combinación de intereses creados y el grado de satisfacción de muchos consumidores, parece imposible. 
Esta pieza surge cuando el Hospital San Agustín invita a unos escolares del Colegio San Fernando de Avilés para una charla sobre el tabaquismo. Ese misma día, inicia una campaña para informar que en el perímetro del centro no se puede fumar. Un paso más en esa dura batalla por los espacios libres de humo.
El Hospital San Agustín, con su
 perímetro señalado.
Foto: HSA

Desde esta semana, un nuevo cartel llamará la atención a los visitantes que accedan al Hospital San Agustín. Se trata de una vista área del centro de referencia en la comarca rodeado por una línea roja. El interior de ese polígono marca lo que, según la Ley 42/2010, se considera un espacio donde no se puede fumar: su recinto. La norma prohíbe fumar tanto en los edificios como en el recinto, aunque sea un espacio al aire libre.
Los responsables del Hospital San Agustín consideran que este espacio cubre todo su perímetro, incluyendo aparcamiento y vías de acceso peatonales a sus instalaciones desde el Camino de Heros.
Aunque esa prohibición entró en vigor hace dos años, el Hospital San Agustín ha decidido ahora recordar su vigencia. Y eso que, en el exterior, diferentes carteles, recuerdan que en el perímetro del hospital no se puede fumar. Una orden vulnerada con frecuencia.
«Normalmente, la gente piensa que fuera del Hospital se puede fumar, que la prohibición sólo afecta al interior del centro», explica Félix Amorín, jefe de Servicios Generales en el centro avilesino.
Así, a cualquier hora del día, es fácil ver a personas fumando: a la entrada de hospitalización, en la parada del autobús, en el acceso a consultas externas, por la acera...
Además de la instalación del cartel, ayer se repartieron dípticos con motivo de la visita de 205 escolares del Colegio San Fernando para participar en una jornada sobre el tabaquismo. Son las primeras acciones informativas iniciadas en el Hospital San Agustín para recordar la prohibición de fumar.
El centro de referencia de la comarca se encuentra adherido a la Red Europea de Hospitales Sin Humo a través de su homónima asturiana. Este proyecto europeo implica la realización de diferentes acciones para lograr que en cada centro asociado no se fume: ni trabajadores, ni pacientes ni los visitantes.
Desde la propia red europea se elaboró una documentación en la que se establecen los pasos y condiciones para las cuatro categorías en las que pueden encuadrarse sus diferentes socios (adheridos, bronce, plata y oro). La adhesión implica realizar una serie de actividades orientadas hacia ese objetivo de lograr un espacio sin tabaco.
Una de ellas es la necesidad de informar a todo el mundo de la imposibilidad de consumir nicotina en el recinto hospitalario. Conseguir ese ideal no es una tarea fácil. La propia documentación de la Red Europea se establecen plazos de hasta diez años para conseguir que cada centro cambie de nivel en un proceso que, por otra parte, se encuentra sometido a evaluaciones periódicas.
Los centros de salud y consultorios de Atención Primaria y sus recintos también se consideran espacios libres de humo. Sin embargo, la ubicación de la mayor parte de ellos en la trama urbana reduce las dimensiones del perímetro, ya que éste no puede abarcar las calles y espacios de paso libre.
La aplicación de medidas contra el tabaco ha tenido efectos beneficiosos en la salud de los avilesinos. La incidencia de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) se ha reducido en la comarca.
La ofensiva contra el tabaco ha provocado que se refuercen los dispositivos de apoyo a los fumadores. En Atención Primaria, existe una unidad específica para apoyar a las personas que quieren dejar el tabaco mediante terapias de grupo. Por su parte, el Hospital San Agustín cuenta con su propia consulta contra el tabaco para un seguimiento individual de los casos con mayor resistencia y vinculados a otras patologías.
Artículo publicado en La Voz de Avilés el 13 de junio de 2012


miércoles, 11 de julio de 2012

Los medicamentos biosimilares

¿Qué haría sin las sesiones clínicas del Hospital San Agustín? Formación, ideas, contactos, informaciones... En este caso, una información sobre los medicamentos biocompatibles; vulgo, biogenéricos. Más leña para el debate de la gestión farmacéutica.

Francisco José Farfán Sedano y Paloma Isabel
 Palomo Jiménez. Foto: Sergio López


Su nombre aún no es muy conocido fuera de los ambientes médicos, pero los llamados biogenéricos o biosimilares reclaman su espacio a la hora de la prescripción. «Son medicamentos de origen biológico y que cumplen unas exigencias de la Agencia Europea del Medicamento de calidad, seguridad y eficacia y demuestran ser comparable con medicamento original, también biológico, para los mismos tratamientos», explicó Francisco José Farfán Sedano, jefe del servicio de Farmacia en el Hospital Universitario de Fuenlabrada, centro donde se ha incorporado estos productos a sus recetas.
Farfán Sedano protagonizó ayer, junto con Paloma Isabel Palomo Jiménez, directora médica del laboratorio Hospira, una conferencia en el Hospital San Agustín sobre este tipo de productos.
La hormona del crecimiento o la eritropoyetina son dos ejemplos de medicamentos biotecnológicos. Las patentes de estas moléculas comienzan a caducar, con lo que se abre la posibilidad de elaborar otros productos similares con el mismo resultado. De ahí que en un inicio se les llamase biogenéricos, aunque en el sector prefiere utilizar el término biosimilar.
«Una vez que se demuestra ante la Agencia Europea del Medicamento que los biosimilares son igual de eficaces y seguros que el original, se autoriza a su salida al mercado. En ocasiones, con rebajas del 40% en su precio sobre el original», explicó Paloma Isabel Palomo Jiménez. Al tiempo, los fabricantes originales reaccionan reduciendo sus precios en el mercado.
En el caso del Hospital Universitaria de Fuenlabrada, su aplicación se inició entre 2008 y 2009, logrando una rebaja del 30% en el gasto de la factura farmacéutica de medicamentos biológicos, destacó Farfán. Un dato que no es sorprendente puesto que en su ponencia recordó que ocho de los diez medicamentos más usados en los hospitales de la Unión Europea son biotecnológicos.
«No fue difícil incorporarlos. Hicimos un ejercicio de información entre los servicios, formamos a los principales prescriptores. A los pacientes se les explicó sus características y no hubo ningún problema», comentó Farfán sobre la experiencia en Fuenlabrada.
Todo apunta que el peso de los biosimilares irá en aumento. En el caso concreto del laboratorio Hospira, ya cuenta con la autorización para comercializar dos productos en España y mantiene la investigación para nuevos lanzamientos. «El desarrollo de cada nuevo medicamento nos lleva entre 4 ó 5 años» comenta Jiménez.


Artículo publicado en La Voz de Avilés el 24 de mayo de 2012

martes, 10 de julio de 2012

Problemas con el sueño

Una sencilla investigación de un equipo de médicas de Atención Primaria de Avilés y Corvera ha puesto algo de luz a una realidad que, aunque intuida, no se tiene concretada: existe un problema con el insomnio que afecta a la calidad de vida de las personas. Motivo suficiente para dedicarle un reportaje.

Ana García del Campo, a la izquierda,
y Ana María López.
Foto: Sergio López


La comarca tiene un problema con el sueño. Y es que, aunque no aparece en las estadísticas oficiales, cada vez es mayor el número de personas que aseguran no descansar bien, con las consiguientes secuelas para la vida profesional y personal.
«Entre el personal sanitario existe una sensación de que existe un problema con el sueño. Todos conocemos algún caso de personas con insomnio y dificultades para dormir. Así que decidimos acercarnos a esta realidad y tratar de conocer su alcance». Estas palabras de Juan Rubio, técnico de Salud Pública en la Gerencia de Atención Primaria, explican la génesis de la investigación realizada por las residentes de último año de Medicina de Familia y Comunitaria sobre la situación del sueño en las zonas básicas de salud de Corvera y La Magdalena.
El resultado desvela que el 33,5% de la población estudiada sufre problemas de insomnio, si bien el 56% asegura no haber acudido nunca a su médico de familia para consultar sobre ello.
«Aunque los datos no se pueden extrapolar a toda la comarca, los indicios apuntan a que una parte importante de la población tiene problemas para dormir», comenta Juan Rubio, que advierte de las dificultades de extraer conclusiones de ámbito comarcal de esta investigación.
«Las respuestas recogidas sesgan el resultado hacia La Magdalena, aunque parece que no influyeron en los datos finales. Además, la muestra final es más representativa de mujeres que de los hombres», señala.
Para Juan Rubio, uno de los aspectos más importantes de los resultados de esta investigación es que «si cuando empezó teníamos la intuición de que existía un problema sobre el sueño, ahora, existen unos indicios de que verdaderamente hay un problema».
Una vez propuesto por Juan Rubio, la investigación corrió a cargo de seis residentes adscritas a los Centros de Salud Las Vegas y La Magdalena, convirtiéndose en el estudio científico que deben hacer al concluir su especialización. Firman el estudio Ana García del Campo, Rosaura Ozoria, Nicaury Encarnación; Fiorella Pacheco, Verónica Rodríguez y Ana María López.
En él realizaron 348 entrevistas telefónicas, con un margen de error del 5%. «Más que dormir o no dormir, lo importante es descansar y saber cómo la falta de sueño afecta a la vida cotidiana. Por eso se realizaba un cuestionario, ya que la frontera entre sufrir insomnio y no depende de cada persona», comentan las autoras.
Los datos recogidos indican que la media de edad de las personas con insomnio es de 54 años, mientras que los no insomnes tienen 48 años. A partir de los 45 años, es mayor la población de mujeres que de hombres con problemas para dormir.
La investigación también les ha permitido comprobar que, aunque el 33,5% de la población sufre insomnio, la patología apenas se aborda en las consultas. «En el 56% de los casos de insomnio no aparece ninguna referencia en su historia clínica; sólo el 32% recogen alguna referencia en las consultas y un 15% de la población insomne tiene ya ese diagnóstico», comentan las autoras. Aunque a la hora de interpretar estos datos hay que tener en cuenta que se basan en respuestas de los pacientes.
Es decir, ellos aseguran no haber consultado, es una respuesta basada en su recuerdo. Más allá de ese debate, la respuesta muestra que el problema del insomnio se calla ante los profesionales de la salud.
Lucha contra el insomnio
Pero ello no quiere decir que las personas que lo sufren no luchen contra él. Así, las respuestas recogidas desvelaron que la mitad de los insomnes toman medicamentos para dormir, con lo que se trata de un colectivo con una gran tendencia hacia la automedicación.
A la hora de adquirir productos, los más habitual es que recurran a sustancias naturales, compradas en herbolarios, opción escogida por el 21% de este colectivo. Además, un 13% aplica medidas higiénicas, como leer para quedarse dormidos o hacer ejercicio unas horas antes de acostarse. Es decir, establecer estratégicas naturales para que el cuerpo se fatigue y pueda descansar.
«Los Médicos de Familia se encuentran perfectamente capacitados para abordar los casos de insomnio; las personas deberían comentar esa situación si la tienen con frecuencia. En el Hospital San Agustín y el Hospital Universitario Central existen unidades del sueño, pero son para abordar problemas de apneas y los casos más graves», comentaron Ana García del Campo y Ana María López.
Otro dato que llamó la atención de las autoras del estudio fue que el 5,6% de la población sin problemas de insomnio toma algún tipo de medicamento por su cuenta para dormir. Según explicaron, se trata de personas que han tenido algún episodio puntual sin dormir y que deciden actuar para evitar que se repita.
El estudio también les permitió establecer una relación de los insomnes con otras enfermedades. Así, en el 49% de los casos se asociaba con una patología psiquiátrica, siendo las más frecuentes la ansiedad y la depresión. «Lo que no sabemos es si la patología psiquiátrica es previa al insomnio o consecuencia de él», matizan.
Relación con enfermedades
Además, también se valoraron otro tipo de enfermedades como diabetes, dislipemias o enfermedades relacionadas con el metabolismo de los lípidos y dolor crónico sin encontrar ninguna relación.
Tampoco se encontró una vinculación directa entre el tabaco o con otros aspectos como el número de accidentes sufridos durante el día. «El tamaño de la muestra nos limitó y evitó que llegásemos a datos sobre esta relación. En algunos estudios se afirma que las personas que viven solas registran una mayor tendencia al insomnio, pero fue un dato que aquí tampoco se constató», apuntaron las investigadoras. Así, el estado civil no influye en la facilidad o no para conciliar el sueño.
También se percibió un menor porcentaje de personas con insomnio entre los colectivos que pasaban más tiempo fuera del hogar (trabajadores en activo y estudiantes) que entre los grupos que permanecían más tiempo en su domicilio, como es el caso de las amas de casa, parados y jubilados.
La investigación sólo refleja los datos recogidos, no se establece ninguna comparación con otras investigaciones. Las doctoras explican que «en la bibliografía que consultamos existe poco consenso sobre lo que es el insomnio. Se utilizan diferentes encuestas para medirlo. Además, es difícil encontrar referencias para poder comparar».
Calidad del sueño
Y es que en el campo del sueño resulta complejo establecer definiciones cerradas. «Lo importante es la calidad del sueño, que el descanso permita recuperar fuerzas para la siguiente jornada. Existen consensos como que, con los años, se duerme menos, pero lo importante es que el sueño permita descansar y recuperar energías para el día», comentan.
Entre las múltiples dificultades aparece la variedad de causas del insomnio y que pueden provocar unas soluciones diferentes según el caso. «En una persona mayor, si la frecuencia urinaria es un problema, debería limitar el consumo de líquidos durante la tarde», comentan como una medida para un tipo de caso concreto.
Ana García del Campo y Ana María López concluyen que, ante las dificultades para dormir, una serie de hábitos de higiene pueden permitir un correcto descanso.
«Si una persona duerme bien, no debe preocuparse por ellos, aunque, por norma general, la cama sólo debe utilizarse para dormir y el sexo», apuntan Ana García del Campo y Ana María López.


Artículo publicado en  La Voz de Avilés el 20 de mayo de 2012

lunes, 9 de julio de 2012

Rompiendo la barrera del silencio

En ocasiones, los pacientes son los grandes excluidos de la información sanitaria. Y, cuando salen, su relato se suele ceñir a la vida del enfermo. Por eso, me gusta este artículo sobre la vida de Juan Rodríguez Oyagüe, que demuestra como la investigación sanitaria puede mejorar la vida de las personas.

Juan Rodríguez Oyagüe.
Foto: Marieta

Cuando se le ve caminando por la calle, Juan Rodríguez Oyagüe se parece a cualquier otro joven de su edad. Sin embargo, a los 18 años, a punto de matricularse en la Universidad, es el primer asturiano con un doble implante coclear, una tecnología que ha permitido terminar con la sordera normalizando la vida de muchas familias. Como fue su caso.

Sin antecedentes de sordera, la familia confirmó que Juan la sufría cuando tenía 18 meses. «Veíamos que no respondía igual que su hermano mayor», recuerda su madre Cristina Oyagüe. El diagnóstico era claro: sordera bilateral profunda, sin posibilidad alguna de rehabilitación.
«Fue un momento muy duro», comenta hoy en su madre. Casualmente, en esa época, su tía, Montse Oyagüe estudiaba en Pamplona y una amiga de su madre, Cuca, trabajaba en el Centro 'Entender y Hablar', fundado por Marcos Monfort y pionero en España en la educación e integración de las personas con problemas auditivos. Gracias a esas entrevistas, Cristina conoció el implante coclear, la tecnología que permitía que los sordos escuchasen y que, en 1985, comenzaba a llegar a España.
«El doctor Manrique, de la Clínica Universitaria, me dijo que sólo tenía dos opciones para Juan: el implante coclear o el lenguaje de signos. Era algo nuevo, me informé y no tenía dudas. Tuve el apoyo de mis padres y mi hermana, nunca tuve dudas», recuerda Cristina. Su perseverancia y constancia fueron claves para superar todos los problemas.
Con tres años de edad, Juan recibía su primer implante en Pamplona. Era el primer niño asturiano en recibirlo.
La operación fue un momento duro, pero no el único. «A ningún padre le gusta ver sufrir a su hijo y no fue nada agradable pasar la operación. Pero fue mucho peor cuando le conectaron el sonido por primera vez. Nunca había escuchado y tenía pánico al sonido. Para mí fue lo más duro. Aunque nunca tuve ninguna duda de que hacía lo mejor para mi hijo», comenta su madre.
Y luego, a estudiar
Confirmado el éxito de la operación, el siguiente gran reto fue la escolarización de Juan Rodríguez Oyagüe. Antes, con el apoyo de la logopeda Silvia Schawrtz, Juan había comenzando a desarrollar todas sus habilidades. Con ella aprendió a leer y escribir. En esos años, Cristina siempre iba con una pizarra que utilizaba para comunicarse con Juan.
«Quería que siguiese con el apoyo de Silvia en el colegio y el único lugar donde me lo permitieron fue en el San Fernando», explica Cristina Oyagüe.
La madre de Juan tan sólo guarda palabras de elogio para la actitud del centro avilesino al recibir a su hijo. «Nunca podré olvidar la dedicación de Goya o el trabajo de Deli, que es una segunda madre para Juan, o Varela, su tutor cuando la segunda operación, con once años, y que organizó todo para que le afectase lo menos posible en las clases. Pero el esfuerzo fue de todos, desde Belén y Carmen, Pepi, Peláez, Lalo... No tengo palabras suficientes para agradecer su ayuda», asegura Cristina. La implicación también fue de los compañeros, de amigos; también su hermano, Adolfo, tres años mayor que él.
Juan confirma todas las palabras de su madre. «Si fuese hijo de Deli, no podría hacerlo mejor», asegura al tiempo que tiene palabras de elogio para todos sus profesores y amigos.
Y es que esos primeros años no llegaron a ser fáciles. El implante coclear resultaba desconocido para mucha gente, incluso profesionales. Una vez, comentan como anécdota, un médico no se atrevió atenderle, enviándolo al actual Hospital Universitario Central de Oviedo. «Hace quince años, nos veían como algo muy raro, como conejillos de indias», comenta Juan Rodríguez Oyagüe.
«Los primeros años de colegio, cuando era un niño tenía un comportamiento muy malo, siempre tenía un cero en conducta; aunque con el tiempo me tranquilicé», explica Juan Rodríguez, «siempre procuro buscar lo positivo de la vida. El implante, por ejemplo, me permite desconectar si quiero estudiar y hay mucho ruido».
Mientras aguarda por las notas para matricularse en la Universidad, Juan, como cualquier otro joven, espera sacar el carné de conducir y seguir disfrutando de sus aficiones como la lectura, el fútbol o la cocina.
No duda en animar a las familias que dudan en realizar el implante coclear. «Las familias no deben tener ninguna duda. Es un paso muy importante y te cambia la vida por completo. Te ahorra mucho sufrimiento», asevera Juan Rodríguez Oyagüe, que, aunque no quiere, puede presumir de haber roto la barrera del silencio.

Artículo publicado en La Voz de Avilés el 8 de julio de 2012